El viento acaricia tu cuerpo, el viento te amarra para no dejarte escapar, lo peor de todo es el calor tan ardiente que lleva consigo y abrasa tu piel. Es agosto, ¿Qué te podías esperar? Quien fuese viento para desplazarme hasta allí y así poderte tocar.
Dicen que los momentos más especiales de tu vida son aquellos en los que se te eriza el pelo o cuando te tropiezas con alguien que ya no te mira a las tetas, que te das cuenta que de verdad se está fijando en tus ojos, ese tipo de personas que hacen que tu tripa te ofrezca esos síntomas tan extraños.
Tienes los ojos más bonitos que he visto en mi vida me dijiste un día. Ya no se oyen esas cosas... o sí, no sé, en verdad es que ya olvidé eso a pesar de tener los mismos ojos aunque cada día un poquito más ciegos.
Ahora eso ya no se lleva, el amor no existe, el amor es líquido y al gusto del consumidor. Y bueno, ya no se sufre tanto como antaño, ahora se disfruta más y el corazón viene a sufrir menos consecuencias. Es por ello por lo que se alarga cada vez más la esperanza de vida.